“ESCENAS DE FIN DE CURSO” el musical de los alumnos de 4º
Este año tuvimos la mala suerte de comenzar el curso sin profe de música, ya que el profesor habitual se encontraba enfermo. Casi a finales de septiembre llegó el sustituto, Carlos, un profe de piano con mucha experiencia dirigiendo coros. Nosotros no habíamos hecho nunca esta clase de música, de hecho estábamos apuntados a música por un teatro que hacían siempre los alumnos de 4º. Pero Carlos empezó a darnos clase de canto, y nos dijo que íbamos a hacer un concierto de Navidad con 4 canciones y coreografías, el cual salió estupendamente. A todos nos gustaba y le decíamos al profe que queríamos un teatro como los demás años se había hecho, pero el profe no estaba muy convencido. Al final, decidimos hacer un concierto con pequeños “sketches” teatrales entre cada canción y así quedamos todos contentos. Había seis teatros en total que se repartieron entre las dos clases para ir preparándolos por separado, y luego lo juntamos todo en los recreos.
Y así nació nuestro pequeño espectáculo musical, llamado “Escenas de fin de curso” en el que contamos nuestras alegrías y tristezas como alumnos que van a graduarse. En la primera canción llamada Conquest of Paradise (Vangelis), salíamos desde atrás del público, cantando y con velas en la mano. El público realmente no lo esperaba y se quedaron alucinados. Justo entonces, teníamos que figurar estar tristes por que íbamos a suspender varias asignaturas y nos quedaríamos sin viaje de fin de curso. Nuestra compañera Claudia intentaba animarnos diciendo: “Chicos, no os preocupéis, que… ¡La vida es bella! (Piovani), y así introducía la segunda canción. Tras ella nos lamentábamos por no haber podido hacer el teatro. Jasmine, Hugo, Alba y Joaquín peleaban sobre el tema del mismo, hasta que Jasmine, haciéndose valer, imponía su gusto sobre un teatro de amor, cargado de caramelos, corazones y piruletas. Así se daba pie a la canción Lollipop (The Chordettes). En esta canción, hicimos un baile que a los chicos nos costaba, y durante los ensayos nos vió el profesor Javier y nos tuvo que enseñar cómo hacerlo para no pasar vergüenza frente a todo el público. Tras una entrega de notas ficticia, nuestra compañera Sofía gritaba feliz: “¡Que hemos aprobado!”, y todos: “¡Aleluya!”, dando pie a una de las piezas más bonitas, el Aleluya de Leonard Cohen, con una coreografía muy llamativa. Por supuesto en el último sketch nos acordamos de los profes, los compañeros y nuestro instituto (en esta ocasión me tocó a mí hablar), y por todos ellos hicimos un Brindis (Mozart), un canon muy divertido en el que figurábamos emborracharnos. Finalmente, nuestra compañera Alexandra anunció la canción de despedida: Todos los besos, de los Rebujitos y la Comparsa de Tarifa, una canción de amor muy bonita.
Todos acabamos cansados tras cuatro funciones, pero contentos de ver que les había gustado a todos: a los compañeros del instituto, a los profes y a los padres que vinieron a verlo. Esta experiencia ha sido única, y hablo por mí y por mis compañeros. Ha sido una experiencia alucinante: nos hemos reído y divertido un montón con todo esto que hemos hecho, y todo gracias a nuestro profe Carlos. ¡TE QUEREMOS!
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