¿Cómo se mueven solas las piedras del valle de la muerte?


¿Cómo se mueven solas las piedras del valle de la muerte?

Racetrack Playa, en el Valle de la Muerte, una larga extensión de lodos en California (EE.UU.), es un paisaje extraño. Es un lago seco, rodeado de montañas, plano y largo como si le hubiera pasado por encima una apisonadora.
En verano, el suelo agrietado parece la piel de un elefante. Pero lo más extraño de todo son unas piedras esparcidas por doquier que van del tamaño de un guijarro al de un ser humano. Lo que tienen de asombroso estas rocas es que dejan un rastro de movimiento, como si hubieran reptado por el suelo. Algunas de estas pistas son cortas , rectas , curvadas anchas y otras son tan largas como un campo de fútbol .
Para añadir más misterio al caso, resulta que nadie ha visto realmente cómo se mueven las rocas. Las explicaciones populares van desde el magnetismo, a poderosos campos de energía o absurdas intervenciones alienígenas -incluso hay quien ha robado piedras para ver si se mueven en otro lugar lejos del valle-, pero la ciencia pretende encontrar su propia respuesta.
Hay muchas teorías o  explicaciones que se han dado sobre este misterio como estas que voy a nombrar ahora :
1. son remolinos de polvo los que provocan el extraño movimiento, tal vez en combinación con una inundación intermitente de la playa.- Dijo un geólogo en  1948-
2. En las décadas siguientes, los científicos apuntaron al hielo, que se forma en la planicie durante el invierno.
3. Debido a que muchos rastros eran paralelos, estaba convencido de que las rocas estaban encerradas juntas en grandes capas de hielo que eran sopladas por fuertes vientos.- esto sucedió cuando un científico llevo a sus alumnos  allí entre 1987 –1994-

Por supuesto todas estas teorías se deshicieron cuando en 2006, Ralph Lorenz, científico planetario de la Universidad de Johns Hopkins creó una red de estaciones meteorológicas en miniatura en el Valle de la Muerte como parte de un proyecto con la NASA sobre las condiciones climáticas de Marte. Entonces descubrió las piedras reptantes. Lorenz probó su teoría en su cocina. «Tomé una pequeña piedra y la puse en un Tupperware. Lo llené de agua de forma que la roca sobresaliera un poco. Lo puse en el congelador y obtuve un bloque de hielo con una roca que sobresalía», explica. Volcó la roca helada flotando en una bandeja de agua con arena en la parte inferior. Soplando sobre el hielo, se dio cuenta que podía enviar la roca deslizándose por la bandeja, dejando un rastro en la arena mientras se movía. Después de décadas de cálculos teóricos de innumerables científicos, la respuesta parecía estar ahí, sacada de un tupper.

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