Se hallaron microbios antiguos en un lago de la Antártida
30 de noviembre de 2012: A casi 20 metros (65 pies) debajo de la superficie de hielo de un remoto lago antártico, los científicos de la NASA, del Instituto de Investigaciones del Desierto (DRI, por su sigla en idioma inglés), en Reno, Nevada, de la Universidad de Illinois, en Chicago, y de otras nueve instituciones, descubrieron una comunidad de bacterias que existen en uno de los hábitats más oscuros, salados y fríos de la Tierra. El hallazgo podría tener implicancias respecto de la posibilidad de que haya vida en otros planetas.
El Lago Vida, el más grande de varios lagos excepcionales que se encontraron en los valles McMurdo Dry, no contiene oxígeno, está casi totalmente congelado y posee los niveles más elevados de óxido nitroso de cualquier masa de agua natural de la Tierra. Un líquido salobre, que es aproximadamente seis veces más salado que el agua de mar, se filtra a través del ambiente de hielo, donde la temperatura promedio es menos 22 grados Celsius (menos 8 grados Fahrenheit). El equipo internacional de científicos publicó sus hallazgos en Internet, el 26 de noviembre, en la primera edición de los Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias.
A pesar de la naturaleza tan fría, oscura y aislada del hábitat, el informe describe que el agua salada alberga una variedad sorprendéntemente diversa y abundante de bacterias que sobreviven sin una fuente de energía actual del Sol. Estudios previos del Lago Vida, que datan del año 1996, indican que el agua salada y sus habitantes han estado aislados de las influencias externas durante más de 3.000 años.
"Este sistema es probablemente el mejor análogo que tenemos de posibles ecosistemas en las aguas subsuperficiales de la luna de Saturno, Encelado, y de la luna de Júpiter, Europa", señaló Chris McKay, un científico de alto rango y co-autor del informe, en el Centro de Investigaciones Ames
Para tomar muestras de ambientes tan únicos como este, los investigadores deben trabajar debajo de carpas seguras y estériles, en la superficie del lago. Las carpas mantuvieron el lugar y el equipo en condiciones de limpieza mientras los investigadores perforaron el corazón del hielo, recolectaron muestras de agua salada del hielo del lago y evaluaron las calidades químicas del agua y su potencial para albergar y conservar vida.
Los análisis geoquímicos sugieren que las reacciones químicas que se producen entre el agua salada y los sedimentos ricos en hierro que están por debajo de ella generan óxido nitroso y también hidrógeno molecular. Este último, en parte, puede proporcionar la energía necesaria para sustentar la diversa vida microbiana del lugar.
Se están realizando investigaciones adicionales con el fin de analizar las interacciones abióticas y químicas entre el agua salada del Lago Vida y sus sedimentos. Asimismo, se está investigando la comunidad microbiana utilizando diferentes secuencias de genomas. Los resultados podrían ayudar a explicar el potencial para la vida en otros ambientes salados y criogénicos más allá de la Tierra, como por ejemplo en los supuestos acuíferos subterráneos de Marte.
http://ciencia.nasa.gov/ciencias-especiales/30nov_lakevida/
30 de noviembre de 2012: A casi 20 metros (65 pies) debajo de la superficie de hielo de un remoto lago antártico, los científicos de la NASA, del Instituto de Investigaciones del Desierto (DRI, por su sigla en idioma inglés), en Reno, Nevada, de la Universidad de Illinois, en Chicago, y de otras nueve instituciones, descubrieron una comunidad de bacterias que existen en uno de los hábitats más oscuros, salados y fríos de la Tierra. El hallazgo podría tener implicancias respecto de la posibilidad de que haya vida en otros planetas.
El Lago Vida, el más grande de varios lagos excepcionales que se encontraron en los valles McMurdo Dry, no contiene oxígeno, está casi totalmente congelado y posee los niveles más elevados de óxido nitroso de cualquier masa de agua natural de la Tierra. Un líquido salobre, que es aproximadamente seis veces más salado que el agua de mar, se filtra a través del ambiente de hielo, donde la temperatura promedio es menos 22 grados Celsius (menos 8 grados Fahrenheit). El equipo internacional de científicos publicó sus hallazgos en Internet, el 26 de noviembre, en la primera edición de los Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias.
A pesar de la naturaleza tan fría, oscura y aislada del hábitat, el informe describe que el agua salada alberga una variedad sorprendéntemente diversa y abundante de bacterias que sobreviven sin una fuente de energía actual del Sol. Estudios previos del Lago Vida, que datan del año 1996, indican que el agua salada y sus habitantes han estado aislados de las influencias externas durante más de 3.000 años.
"Este sistema es probablemente el mejor análogo que tenemos de posibles ecosistemas en las aguas subsuperficiales de la luna de Saturno, Encelado, y de la luna de Júpiter, Europa", señaló Chris McKay, un científico de alto rango y co-autor del informe, en el Centro de Investigaciones Ames
Para tomar muestras de ambientes tan únicos como este, los investigadores deben trabajar debajo de carpas seguras y estériles, en la superficie del lago. Las carpas mantuvieron el lugar y el equipo en condiciones de limpieza mientras los investigadores perforaron el corazón del hielo, recolectaron muestras de agua salada del hielo del lago y evaluaron las calidades químicas del agua y su potencial para albergar y conservar vida.
Los análisis geoquímicos sugieren que las reacciones químicas que se producen entre el agua salada y los sedimentos ricos en hierro que están por debajo de ella generan óxido nitroso y también hidrógeno molecular. Este último, en parte, puede proporcionar la energía necesaria para sustentar la diversa vida microbiana del lugar.
Se están realizando investigaciones adicionales con el fin de analizar las interacciones abióticas y químicas entre el agua salada del Lago Vida y sus sedimentos. Asimismo, se está investigando la comunidad microbiana utilizando diferentes secuencias de genomas. Los resultados podrían ayudar a explicar el potencial para la vida en otros ambientes salados y criogénicos más allá de la Tierra, como por ejemplo en los supuestos acuíferos subterráneos de Marte.
http://ciencia.nasa.gov/ciencias-especiales/30nov_lakevida/
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