La cueva.
La cueva de Altamira.
aparecen las pinturas Rupestres sobre las paredes de la cueva, donde predominan 17 bisontes, dos ciervas, un caballo, dos jabalíes y la cabeza de otro de ellos. En las pinturas de Altamira, el artista o los artistas anónimos supieron aprovechar al máximo la superficie rugosa y ondulada de la bóveda para conseguir sorprendentes efectos de realismo. Los sucesivos ocupantes de la cueva respetaron las pinturas de sus sucesores, por lo que Altamira se convirtió en uno de los grandes núcleos Rupestres del Suroeste Europeo.
En la cueva de Altamira predomina el arte Rupestre y otros grabados antiguos.
Fue declarada Patrimonio Mundial en 1985. Esta cueva se encuentra
situada sobre una meseta. La entrada de la cueva fue descubierta por
un pastor llamado Marcelino Sainz, un hombre con una gran cultura
y gran aficionado a la arqueología. Este hombre murió en 1888, acusado por
estafador y mentiroso, no reconocieron su gran descubrimiento.
La gran sala de la cueva está situada a 30 metros de la entrada. En ella
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